Autor: Juan Carlos Gil

Ir y venir por El Pasaje.

Cuando utilizamos un objetivo con Zoom algo más potente en nuestra cámara, las cosas se ven de forma extraña, y algunas veces hasta se hace difícil de reconocer de un vistazo imágenes incluso familiares. El zoom tiene ese efecto de aplanar (hasta diríamos amontonar) las imágenes y acercar entre si en el espacio los distintos objetos de la imagen, cuando en la realidad se ven mucho más distantes.
Ese mismo efecto producen ciertas fotos en el recuerdo de mi vida, que parecen rememorar momentos vividos hace muchos años, y ante esa imagen parecen como vividos,.. eso es, ayer. Esta foto trae a mi cabeza gratos recuerdos vividos con cierta persona que trabajó en ese edificio central toda su vida, y al que me gustaba esperar ciertamente, para subir esa misma C/ San Francisco camino a casa, (que no parecía tan empinada). Cosas de la memoria y de los objetivos-Zoom potentes.

Parámetros de la fotografía:
Cámara: NIKON D7000. Longitud focal: 200mm. Apertura: ƒ/9. Velocidad: 1/125s. ISO: 200.

El Templete de la música del Jardín

Este es el templete de la música de nuestro jardín, vino a sustituir a otro anterior, algo más pequeño pero de un diseño más clásico, más , desde el cual se escuchaba divinamente a nuestra banda Unión Musical o cualquier otra y a través del cual, cogí ese gustillo por la música de bandas y con él bien cerca, pasé de la infancia a la edad adulta. Pero en este camino, poco a poco vamos perdiendo ya últimamente el primer apellido, » la música», su esencia. Quizás por eso aparece en este bonito encuadre (a mi me lo parece), como escondido entre una arboleda de olmos preciosa, pues su fin primordial se va escamoteando por las razones que fueren, y en eso, en eso, sin darnos cuenta seguro, perdemos TODOS los almanseñ@s.

Parámetros de la fotografía:
Cámara: NIKON D7000. Longitud focal: 18mm. Apertura: ƒ/6.3. Velocidad: 1/80s. ISO: 200.

Embrujo y Encanto_Placeta del Cura_Pza del Rey Don Jaime I

Desde siempre se llamó popularmente “Placeta del Cura”, con un porqué tan obvio que ahorraré la explicación. Toda de tierra se adaptaba a los ingeniosos juegos de la lima, las chapas, etc.., siempre con un cierto encanto. En otros momentos el embrujo lo daba el ir y venir a los hornos de Banderas y al de Pascualete, o el bullicio del Hogar del Productor, situado en los bajos del edificio de la C.N.S., donde uno podía aprender a jugar a ajedrez, y donde, para muchos, comenzó la etapa de la TVE, mágico invento. Convertido el edificio ya con la democracia, en CASA DEL PUEBLO, símbolo de la UGT y del PSOE, bastante descuidado por cierto, el edificio tiene rematada su fachada, por un reloj de época desde hace ya muchos años abandonado, que pelea por su supervivencia entre la arboleda. Pero este lugar con esa fuente modesta, pero de bello diseño, de siempre conservó un “embrujo y encanto” especiales.

Parámetros de la fotografía:
Cámara: NIKON D7000. Longitud focal: 18mm. Apertura: ƒ/8. Velocidad: 2s. ISO: 100.

El patio de mi colegio: Fuente del León-Mendizábal

No siempre lo recuerdo cuando paso por aquí. Pero basta con quitar apenas un poco el polvo a la memoria, para que los destellos de pasadas vivencias cobren vida como si fueran de ayer. Este fue mi patio de colegio, (en el edificio de Mendizabal a la izquierda), donde se dieron las primeras carreras con otros niños bajo la tutela de respetados, maestros y maestras de escuela, a los/as que recuerdo con cariño. Y recuerdo como la Fuente, (no siempre con agua) se convertía en pretendido animal que poder -a duras penas- montar a modo de jinete. Esta vez no todo cambió, el edificio del colegio todavía se conserva, cerrado pero en pié, la Torre del Reloj -al fondo-, pero “el patio” si ha sufrido diversas transformaciones, pero conservando su fundamento, “LA FUENTE DEL LEÓN”. Bendita infancia.

Parámetros de la fotografía:
Cámara: NIKON D7000. Longitud focal: 66mm. Apertura: ƒ/13. Velocidad: 1/60s. ISO: 100.

Autopista de despegue de una infancia_Calle Aragón 8

El simple transitar por esta calle y contemplar el campanario de la iglesia al fondo, el laberinto que es la mente, me evoca recuerdos de tiempos pasados: Juegos de infancia, de guerra, de futbol, o esas improvisadas pistas de tenis para emular a Santana, o el jardín de la parroquia convertido en almenado fortín nunca conquistado, LA CALLE. Verdadero centro deportivo y de juegos de aquellos tiempos. Maravilloso entorno alrededor del nº 8 de la Calle Aragón. Hoy todo cambió y sin embargo, la memoria lo mantiene intacto, TODO. Bendita infancia.

Parámetros de la fotografía:
Cámara: NIKON D7000. Longitud focal: 20mm. Apertura: ƒ/13. Velocidad: 1/125s. ISO: 200.